Las historias en que las grasas eran ‘las villanas’ del cuento ya pasaron de moda. Contrario a lo que se nos ha hecho creer durante mucho tiempo, las grasas son beneficiosas para nuestra salud, y cada vez son más los expertos en el tema que las consideran ’amigas’ de nuestro organismo.

Empecemos viendo todo en retrospectiva. Cuando la tasa de obesidad a nivel mundial empezó a aumentar, las grasas fueron las primeras señaladas, satanizándoselas hasta el punto de querer eliminarlas casi por completo de nuestra dieta.

A pesar de los esfuerzos realizados con este fin por parte de la industria, las organizaciones, y los gremios de la salud, la OMS declaró en el 2002 a la obesidad como “La epidemia del Siglo XXI”; quedando así en evidencia que las grasas no son las responsables del sobrepeso. Demostrándose incluso, los beneficios que tienen para mantener una buena salud y alcanzar un peso saludable.

En Centro Innovas estamos convencidos de que la mejor manera de romper con este tipo de mitos, es estar bien informados; por eso te contamos por qué las grasas no son como las pintan.

Beneficios de las grasas para nuestro cuerpo.

Las grasas son tan necesarias en nuestro plato como las proteínas y los carbohidratos. Los tres, en su justa medida, son macronutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar adecuadamente; de hecho, si sabes cómo usarlas, serán grandes aliadas en tu alimentación pues nos aportan los siguientes beneficios:

• Dan energía para realizar las actividades diarias, por lo cual incluirlas en tu plato contribuirá a mejorar tu desempeño. Además, ayudan a mantener una composición corporal saludable al evitar que tu cuerpo recurra a otras fuentes de energía, como por ejemplo los músculos; usarlos como gasolina de nuestro cuerpo, favorece la aparición de
• Proporcionan ácidos grasos esenciales ­que nuestro cuerpo no puede producir, como son el linoléico (familia de los Omega-6) y el alfalinolénico (familia de los Omega-3). Una de sus funciones más importantes es la producción de compuestos que regulan la respuesta inflamatoria e inmune, el crecimiento celular, y la coagulación sanguínea. (1)
• Favorecen la absorción de las vitaminas A, D, E, K, conocidas como vitaminas liposolubles, así como el transporte de otras grasas dentro y fuera de las células.
• Aportan colesterol al cuerpo, el cual, contrario a lo que piensan muchas personas, es esencial para funciones vitales como la producción de hormonas esteroideas y sexuales, la formación de vitamina D y, al ser la materia prima de la bilis, ayudan en la absorción de muchos otros nutrientes. (2)
• La grasa corporal también es necesaria para proteger a nuestros órganos de lesiones, y controlar los cambios de temperatura del cuerpo.
• Producen sensación de saciedad o llenura por más tiempo (2) por ser uno de los macronutrientes que más tardan en digerirse; además, favorecen la producción de sustancias que disminuyen el apetito. Esto hace que queramos comer menos que cuando elegimos otro tipo de alimentos, como por ejemplo los carbohidratos.
• Mejoran el sabor de las comidas al aumentar la palatibilidad de los alimentos, haciéndolos más apetecibles para el consumo.
• Ayudan a formar las membranas de nuestras células, afectando muchas de sus funciones.

Éstas son apenas unas pinceladas que dejan ver el rol tan importante que tienen las grasas para nuestro organismo. Razones que inspiran a Centro Innova a comprometerse cada vez más con la investigación, el desarrollo y la innovación de productos basados en este macronutriente que beneficien la vida de nuestros clientes.

Las Grasas y las Enfermedades Cardiovasculares.

Es inevitable hacer un post que hable de las grasas y no mencionar a las enfermedades cardiovasculares, ya que por muchos años se han relacionado las primeras (sobretodo las saturadas) con el desarrollo de las segundas, trayendo como consecuencia un miedo irracional a las grasas.

Esta asociación tiene su raíz en la hipótesis “dieta-corazón”, manejada por muchos años y cuyo razonamiento ha sido el siguiente: si las enfermedades cardiovasculares (EC) son causadas por depósitos de colesterol en las arterias, y el aumento de colesterol en sangre puede producirse por el consumo de grasas saturadas, entonces estas últimas producen EC. Una hipótesis muy simplista que –a pesar de la creencia popular– no ha sido probada aún con el nivel más alto de evidencia científica (6), y que ha producido rechazo no sólo a las grasas saturadas, sino al colesterol e, inclusive, a las grasas en general. Todo esto vendió el concepto errado de que las dietas bajas en grasas eran “saludables”.

Las Grasas, libres de culpas.

Hallazgos recientes obtenidos del estudio Prospectivo de Epidemiología Rural Urbana (PURE por sus siglas en ingles) (7) y de varios análisis anteriores (8) liberan a las grasas de muchos de los cargos que les han generado esa fama de “malas”. Las conclusiones a las que han llegado son que el consumo de grasas NO está asociado con el riesgo de infarto o muerte por enfermedad cardiovascular; encontrándose además, que la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular (ACV).

Una aliada en nuestra alimentación.

Estar bien informados ayuda a tomar mejores decisiones. Es por esto que, en Centro Innova, implementamos este conocimiento en la búsqueda de soluciones que contribuyan al bienestar de nuestros clientes, y apostamos por las grasas como aliadas de un estilo de vida saludable; pues no sólo creemos que no afectan a la salud, sino que son vitales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

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Fuentes bibliográficas:

(1) http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30432015000300001

(2) http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-01952012000200002

(3) https://revista.nutricion.org/PDF/DIETAS-CETOGENICAS.pdf

(4) https://www.consumer.es/alimentacion/todo-sobre-las-grasas.html

(5) https://www.eufic.org/es/que-contienen-los-alimentos/article/ocho-verdades-sobre-las-grasas

(6) https://www.revespcardiol.org/es-nutricion-salud-cardiovascular-articulo-S0300893214003091

(7) https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(17)32252-3/fulltext

(8) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6084918/